domingo, 7 de junio de 2009

La función de la fotografía


El título antecedente parece remitirnos a una cualidad unívoca de la fotografía: la de aprehender la verdad y representarla. Lo fotografiado es la verdad, la realidad misma captada por el ser sensible del fotógrafo. Ese complejo universo de relaciones que ocurren en lo exterior, en el afuera, condensado en el formato de una fotografía.




Pero todo esto no es sino una magnífica ilusión sustentada en el argumento que la fotografía es análoga de lo real.
Detengámonos a pensar qué es una fotografía: ante todo una imagen en dos dimensiones, ya esto es un abismo insondable entre la realidad tridimensional y su análogo bidimensional: la fotografía. Además la fotografía también es un hecho de características comunicacionales, es decir, es la codificación de uno o varios mensajes, en primera instancia alude a lo que objetivamente significa o refiere pero que posee también otro significado sugerido (denotación/connotación).
La foto que ilustra el artículo significa en primera instancia la tala de un árbol de enormes proporciones pero a su vez esta antigua fotografía de Darius Kinsey nos remite al terrible proceso de desforestación que ha sufrido el planeta desde tiempos remotos pero más aún desde los tiempos modernos con el auge y establecimiento de la industria maderera.
La foto de Kinsey no es la realidad misma que, por cierto, se encuentra ya extinta pero es un extraordinario documento de la historia del hombre y de su acción sobre el planeta. He aquí pues, entonces una función de la fotografía documentar hechos, registrar acontecer. Pero esta no es la única función ni la más importante. Hay multiplicidad de ellas, aunque la de documentar los hechos o la realidad ha tenido mayor relevancia por la creencia que una fotografía refiere la verdad.
Los conceptos de verdad, realidad, objetividad han minado la historia de la fotografía. Pero esto no es más que una creencia ya que la fotografía es susceptible de intervención, no solamente hoy con el advenimiento de lo digital, sino desde sus inicios cuando los fotógrafos paisajistas hacían sandwich de negativos para insertar cielos prominentes a sus paisajes que evidenciaban haber sido fotografiados en hora distinta a la del cielo ya que había dos direcciones contrapuestas de las sombras.
jcm




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